domingo, 9 de noviembre de 2008

Rivadavia derroto 3-0 a Santamarina de Tandil


Rivadavia sigue a paso firme en su gran levantada en este Torneo Argentino A. El Rojo de Juan Carlos Pirez, en una buena demostración, goleó claramente 3 a 0 a Santamarina de Tandil y de esa manera obtuvo su tercer triunfo al hilo en el certamen. Con goles de Conrado Besel, Cristian Roca y el juvenil Alejandro López, el albirrojo disfrutó de la soleada tarde a puro fútbol.



El encargado de poner en práctica el juego al servicio del equipo fue el experimentado y talentoso enganche Mauro Amato, que debutó como titular en el Coliseo y tuvo un primer tiempo para que guarden los hinchas, transformándose en una de las figuras de la cancha. Le costó algunos minutos al Rojo adueñarse de la pelota. Porque Santamarina salió a jugar de igual a igual y con Emanuel Giménez como buena figura, bien acompañado por Nahuel Santos y la referencia de Javier Elizondo en la delantera, los de Duilio Botella manejaban bien el balón y se aproximaban a Beltramella, de muy buena tarde.



Por eso, la primera fue para el Aurinegro a los 12’, tras un buen centro pasado de Santos, para la entrada por derecha de Fernández que el volante derecho definió desviado a la carrera. Luego de ese avisó, Rivadavia ajustó las marcas y empezó a abrir el juego, con Amato como organizador absoluto del mismo. Por ser simple, criterioso y milimétrico en cada pase, el ex Estudiantes y La Plata FC entre otros, fue determinante para poner en ventaja a Rivadavia y abrir un partido que pintaba muy chivo.



Pudo marcar él mismo a los 15’, luego de un buen centro pasado de Besel, quien había recibido tras un jugadón de Zuñiga. Pero como el palo le negó lo que iba a ser un golazo, tras bajarla y enganchar con total naturalidad en el área, en la segunda se vistió de asistidor y el Rojo gritó. A los 21’, en un contragolpe que inició Gonzalo Gho tras un córner en contra, Amato recibió en posición de creador y ya tenía estudiada la jugada. Sacó a relucir toda su experiencia e hizo la pausa justa para la corrida de Besel por la derecha. Lo vio de reojo y le metió la pelota justa a espaldas del lateral izquierdo, para que el goleador definiera perfecto con tres dedos a la carrera, ante la tibia salida de Bertoya. Contragolpe letal del albirrojo y golazo para el 1 a 0.



Tras la gran conquista, Santamarina salió nuevamente a remarla, pero Rivadavia ya estaba muy firme, el local hacía lo que más cómodo le queda. Cerrar bien los caminos, darle el balón al rival para que juegue donde no lastima, y aprovechar cada avance para liquidar.



Y así lo hizo a la perfección, en una pelota parada ensayada durante la semana. Gho sólo tuvo que hacer un movimiento de cabeza, tras un centro perfecto de Amato, Roca apareció en el área chica para pararla sorprendentemente sin marcas y con un toque sutil venció a Bertoya para estampar el 2 a 0. Eficacia pura y tranquilidad absoluta para el albirrojo. Con la ventaja, Rivadavia se replegó para salir de contra y Santamarina buscó el descuento de todas formas. Pero en las tres veces que se aproximó la visita, el Rojo salió airoso.



En las primeras dos, con oportunos cierres de Bassa para tapar un remate mordido de Ischia y otro a quemarropa de Cuello. Y en la tercera, casi sobre el pitazo de Dardanelli, con una respuesta perfecta de Beltramella que llegó a manotear un buen cabezazo de Elizondo con destino de gol.



El complemento, a diferencia del primero, fue discreto. Porque Rivadavia definitivamente esperó para salir de contra, Amato fue reemplazado rápidamente a los 12’ por Le Pors y el albirrojo perdió mucho de su juego y la posesión. Por su parte, Botella mandó a la cancha a Abalos y Calabrese, y con el ingreso del diminuto delantero ganó en movilidad. No obstante, a pesar de ganar metros, la visita no llegaba a lastimar.



De esa manera, nuevamente Santamarina empezó a buscar a Elizondo por arriba. Y el 9 se las ingenió como pudo para llevar peligro. El goleador otra vez obligó a Beltramella a reaccionar perfecto, que con una gran volada sacó del ángulo lo que era el descuento de cabeza. Pasados los 20’, ya con Alejandro López en lugar de Sepúlveda, Rivadavia pudo abrir mejor la cancha y ganar en velocidad. Justamente tras un gran pelotazo cruzado del juvenil, Besel tuvo el tercero. Pero luego de bajarla exigido en el área, el 9 le dio cruzado y su remate se fue besando la base del palo derecho de Bertoya.



Santamarina empujaba sin ideas ni claridad, pero caería en la impotencia cuando a poco del final el volante central Giménez vio la segunda amarilla por una mano intencional que Dardanelli no dejó pasar por alto. Y a pesar de jugar con uno menos y luchar con los centrales albirrojos, Elizondo volvió a asustar con un cabezazo de pique al suelo que encontró la humanidad de Beltramella en la última que tuvo para descontar.



Por su parte, Rivadavia selló su tarde de llegar y convertir a los 44’ y se quedó con una victoria muy importante de cara al futuro. Zuñiga manejó un contragolpe abriendo para Besel. Conrado emuló a Amato haciendo la pausa justa para la corrida de López por izquierda y tras recibir la gran habilitación de una de las figuras de la cancha, el juvenil definió cruzado con poco ángulo para dejar sin respuestas a Bertoya y ponerle punto final a una tarde redonda.

Asi, todos felices terminaron en abrazos dentro de la cancha y en las tribunas , Rivadavia sigue sumando a lo grande y le escapa al fondo de la tabla para poder luchar los mejores puestos de vanguardia.