El Consejo Federal confirmó que la misionera Estela Mary Alvarez de Olivera arbitrará el encuentro entre Rivadavia de Lincoln y Ben Hur, correspondiente a la fecha interzonal entre las zonas 1 y 2. Sin dudas que no es un dato menor, ya que fue la segunda vez a este nivel de competencia, un equipo de Rivadavia es arbitrado por una mujer ayer tuvo un partido sin fisuras y lo supo llevar muy bien.
A continuación una entrevista que le realizamos hoy domingo al mediodia a Estela Mary Alvarez de Oliveira un árbitro especial Dirige en el Argentino B y en la Liga de Luján, lo hizo en el Sudamericano Sub 20 y puede tener un futuro de primera; siente que no la discriminan, aunque cuando la felicitan le dicen: 'Por ser mujer dirigís bastante bien'
"En mi infancia en Oberá, el final de los asados familiares no eran fáciles para mi. Somos una familia numerosa de nueve hermanos, los siete varones se iban a jugar al fútbol; y yo, junto con Liliana, teníamos que ayudar a lavar los platos a mi mama. Mi familia siempre fue muy machista', recuerda .
El destino quiso que aquella situación en la que se sentía relegada la encuentre por estos días en otra situación: es árbitro de fútbol y, en cierta manera, ahora los hombres dependen de sus decisiones.
En 2001, Estela se vino desde Misiones con 23 años y hoy tiene 30; para hacer el curso de entrenadora de natación. Como le quedaba tiempo libre, se anotó en el curso de árbitro. 'Lo hice por la pasión que siento por el fútbol, estuve influenciada por la herencia familiar, pues muchos de mis hermanos jugaban en clubes misioneros y eso se desperto en mi las ganas de estar dentro una cancha de futbol, fue un sentimiento muy fuerte".
Escalón por escalón ascendió en la carrera. En 2003 consiguió la homologación del curso en la AFA. En 2004 dirigió infantiles y fútbol femenino de la AFA. El año último, comenzó a dirigir el Argentino B y en la Liga de Luján, además de ser asistente en la C y la D. También recibió la designación de árbitro internacional femenino y fue la representante argentina en el Sudamericano Sub 20, realizado en Chile en enero de 2006. " Miro hacia atras y veo lo que logre y no lo puedo creer fue un trabajo de hormiga en un ambito donde te miran como si fueras de otro pozo..", Remarca cada unade sus palabras , enfatizandolas
Mientras trabaja como profesora de educación física en un centro de recuperación cardíaca de Avellaneda, ya termino el curso nacional de árbitro de la AFA, que la habilita a ser referí de la B Nacional y de la primera división. Hoy, Estela Mary Alvarez de Olivera es una mujer feliz. 'Disfruto siendo árbitro', asegura.
-¿Cómo recordás tus primeros partidos dirigiendo a los varones?
Al principio, en la Liga de Luján, me miraban distinto e incluso me sentía subestimada. Tuve que dirigir varios partidos para ganarme la confianza de todos.
-¿Recibías más críticas o felicitaciones en comparación con tus colegas hombres?
Al principio me gritaban que vuelva a la cocina. Igual, cuando se dan cuenta de mi capacidad y que demuestro lo que sé en la cancha; hasta me toleran más los errores que a un hombre. -¿Y cuando te equivocás? - Me insultan el triple...
-¿Alguna vez te sentiste discriminada? -
No, nunca. En la Escuela de Arbitros de la AFA me tratan como un varón más.
-¿Qué modelo de árbitro tenés? -
Me gusta como corre la cancha Héctor Baldassi, la conducción que tenia Oscar Sequeira y la firmeza que tuvo Horacio Elizondo, son los modelos donde me miro siempre
Estela sueña con que esta elección de vida la lleve a la primera división; un camino que no será sencillo y por el que ya tuvo que pagar un alto precio. 'Mis hermanos me decían que la era media rara. Sólo uno, Daniel, me apoyaba. Falleció y cuando las cosas no me salen pienso en él; es un estimulo para seguir adelante', dice Estela. También dejó algún novio en el camino por celos de estar rodeada por tantos hombres; ahora no tiene problemas: también es árbitro.
A veces la vida es cíclica. Desde que comenzó con el arbitraje, aquella historia se repitió en un grito: 'Y sí... Algunos me dicen que vaya a lavar los platos. Otros me felicitan y me dicen: por ser mujer, dirigiste muy bien. Siempre me dicen así: por ser mujer...'. y finaliza la charla con u agradecimiento por la nota en medio de los preparativos para un almuerzo dominguero.
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