Aca les dejamos una nota realizada por un diario tucumano a Mauro Amato quien dice se siente muy a gusto en Lincoln, en Rivadavia y que desea que Atletico Tucuman ascienda a Primera Division.
Hoy, Mauro Amato pasea su fútbol por el Argentino “A”. Pero hasta hace un tiempo no muy lejano el hábil atacante floreó con su fútbol distinto categorías como Primera división y la “B” Nacional. Ahora, la localidad bonaerense de Lincoln lo recibió con los brazos abiertos para que despliegue toda su magia en Rivadavia, conjunto que pretende ser protagonista y luchar por el ascenso.“Decidí patear el tablero de mi vida. Me vine a jugar a Rivadavia de Lincoln, dejé la Facultad de Artes y toda actividad artesanal que realizaba (es artesano también) por el ‘fulbito’. Y sí, otra vez a rodar.
Estoy con una tranquilidad y una paz enorme gracias a este nuevo cambio de aire”, cuenta sobre su nueva vida Amato, ídolo del “decano” tiempo atrás. “Lincoln es una ciudad que se mueve con el campo. Rivadavia es un club organizado, que quiere crecer como institución. Acá no tenemos problemas de plata en cuanto a los sueldos; eso es una gran tranquilidad”, explica Mauro, que dejó a su familia en La Plata.
“Mi gente se quedó allá y continúa con sus actividades. Mi señora, Cecilia, trabaja a full, y mis hijos crecen día a día. Cuando jugamos de locales ellos vienen a verme y se quedan hasta el lunes, día en que emprenden el regreso a casa,” continúa el goleador, y de ese modo la intimidad de su entorno queda a la luz.
“La campaña del "decano" ( Atletico Tucuman) la sigo. Cuando pasan los partidos por supuesto que estoy frente al televisor, como ocurrió contra Chacarita y Quilmes. Espero que pueda terminar bien posicionado en la primera rueda”, sonríe el ex número 10 y sueña despierto.“Tranquilamente ‘Maurito’ (por él mismo) podría estar en Atlético tirando paredes con ese negrito número 10 llamado Claudio Sarría. Quizás hablo desde la fantasía o el deseo”, describe el ex Instituto, que dice estar recuperado totalmente de una lesión.“Nunca olvidaré los momentos que viví en Tucumán; allí nació mi hijo Eneas. Ni borraré de mi memoria los goles que le marqué a San Martín. Mi corazón dice que pronto Atlético estará en Primera división”, se despidió.