Sigue la mala racha en Río Negro. Las tres últimas presentaciones de Rivadavia en esa cancha terminaron en derrota. Y para seguir con las pálidas, otra vez el equipo terminó en inferioridad numérica. Más allá de los interesantes primeros 45 minutos, hubo una jugada clave que primero favoreció, pero en definitiva condicionó para lo que quedó y terminó haciendo sufrir en la etapa final. Porque el claro penal no cobrado por Jofre por falta de Le Pors se trasformó en un dudoso penal del minuto 24 del complemento cobrado para el contrario, que le sirvió a Cipolletti para abrir un partido hasta ahí muy cerrado.
Lo concreto es que Rivadavia dominó en el primer tiempo pero no la metió; mientras que fue dominado en el complemento y recibió dos goles. Así, “Cipo” ganó 2 a 0 y el Albirrojo se quedó sin invicto.
De entrada, Rivadavia salió a jugar el partido de igual a igual. En definitiva el inmediato historial asegura que el equipo de Pirez rinde mucho más cuando tiene la pelota que cuando debe aguantar.
A tal punto que en los dos primeros partidos que jugó arrancó ganado y falló luego cuando lo tuvo que aguantar. Con esa realidad, el DT Albirrojo dejó a Manzoco para que haga de sostén y soltó a García por el centro, González por la derecha, Zúñiga en la izquierda y Aguirre bien sueltito. Con Felice de referencia. Así, con cinco hombres destinados a atacar, la visita planteó un partido con ansias reales de ganar.
Quizás Cipolletti no esperaba a un Rivadavia decidido a disputar la tenencia. Por eso no fue un amplio dominador de las acciones y sufrió con el correr de los minutos. Porque de entrada el local intentó llevarse puesto a su rival y hacerse dueño del partido, pero lentamente el conjunto de Pirez fue haciendo pie en el medio y a partir de allí encontró los espacios para llegar hasta Ruiz. Zúñiga y Aguirre buscaron bien los espacios, Felice peleó todo, González fue interesante por la derecha y entre García y Manzoco ganaron los rebotes. Así, al local le costó monopolizar la pelota y creó peligro con pelotas cruzadas por arriba.
Contabilizando las chances de gol, fue la visita el que mejor parado quedó en los primeros 30 minutos. Tres claras a una. La del local fue un centro cruzado que Petti no pudo meterla; mientras tanto en la visita se contabilizan el centro de Aguirre que casi se le mete a Ruiz, el cabezazo de Felice en el palo y el remate de Zúñiga que también dio en el poste. Es cierto que en el medio el árbitro Jofre se comió un penal de Le Pors a Inda, pero en líneas generales fueron los de Pirez los que más llegaron. Eso sí, cada vez que la pelota cayó en área visitante todo el mundo reclamó penal una y otra vez. Panorama complicado para el pito mendocino, sobre todo por el clima externo de tanta presión.
Con esa idea salió a jugar el dueño de casa el segundo tiempo. Ahora el negro que ayer se vistió de blanco fue el dominador de las intenciones, ya que realmente la paridad fue una constante. Sin embargo, los de Yorno se adelantaron más en la diminuta cancha mostrando sus claras intenciones. Y en definitiva esas intenciones, más los ingresos de Solana, Muñoz y Carrasco y las ganas del árbitro de compensar aquel tremendo error del primer tiempo, inclinaron la balanza.
Porque a los 24 Inda desbordó, metió un centro y Zúñiga barrió; la pelota rebotó y el pito (desde 30 metros) no dudó: penal. Protestas varias, poca importancia de Bruno Weisser y gol de Cipolletti, que en el complemento fue más que su rival.
El partido se le empezaba a complicar al equipo de Pirez, que se terminó de embarrar con la expulsión de Manzoco (uno de los mejores de la visita), ya que el equipo careció de contención y encima estaba perdiendo. Rivadavia lógicamente fue a buscar y el local de contra convirtió el segundo, con la buena definición de Petti. Chau partido, porque si bien el Albirrojo intentó sobreponerse del 2 a 0, la verdad indicó que no hubo precisión para hacer daño. Así “Cipo” se defendió (lo mejor que sabe hacer) para luego salir de contra. Impotencia de un lado, control del otro. La resultante fue sencilla: victoria para el Albinegro.Los minutos pasaron y no hubo caso.
El descuento jamás llegó y así Rivadavia perdió el invicto en el torneo. En el primer tiempo el equipo invitó a soñar, pero en el complemento no pudo hacer pie. No hubo contundencia y otra vez, con un penal, sufrió por demás.
Fuente Consultada: http://www.lapostadelnoroeste.com.ar
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