lunes, 13 de diciembre de 2010

El albirrojo da el golpe en Cipolletti


Tarde-noche nefasta. Nada pudo salir peor para Cipolletti, que perdió ante Rivadavia en la última jugada, sumó su séptimo cotejo sin ganar, se cayó de la zona de clasificación y se quedó sin técnico, ya que Marcelo Yorno presentó la renuncia (ver aparte).

La mala racha dejó al albinegro (22) por ahora afuera de los que clasificarán, ya que Douglas Haig (24) goleó 3-0 a Villa Mitre y completó el trío de vanguardia con el escapado Brown de Madryn (36) y Unión de Mar del Plata (24).

Los primeros 45' fueron una película de terror. El desamparo de las tribunas y las fuertes ráfagas de viento que soplaron se convirtieron en el contexto 'ideal' del film. Cipolletti sólo contó con tres situaciones de relativo peligro, y dos de ellas fueron tiros libres de Mario Ávila que pasaron cerca.

La otra ocurrió a los 26, cuando el '1' visitante salió mal, Bruno Weisser desbordó, tiró un centro y entre Petti (el que cabeceó mal), Ávila y Larenas se pelearon para desperdiciar la chance.

Lógicamente que el primer tiempo fue muy malo porque Rivadavia tampoco propuso nada, salvo mucha lucha en la mitad y cierta seguridad en el fondo.

A la vuelta de los vestuarios hubo una lucesita de esperanza porque el arranque fue más enérgico. Pero Cipolletti se acható y volvió a pagarlo caro. Sobre los 11 Rivadavia pegó en una contra que inició Dante Zúñiga y que culminó Agustín Esterlus, con una diagonal que petrificó a los defensores locales y un disparo que dejó quieto a Raúl Ruiz. 1-0.

La visita se paró de contra y el dueño de casa comenzó a sufrir. Dos minutos después de la apertura del marcador casi aumenta de cabeza Gho y a los 27 Ruiz le ganó un mano a mano al ingresado Daniel González.

¿Cipolletti? Empuje, impotencia, un disparo de Manolo Berra al travesaño y un penal dudoso que Ávila, a los 47, transformó en el 1-1. Claro, el alivio duró nada (sesenta segundos) y la historia acabó de la peor manera, porque una nueva desatención defensiva terminó en un cabezazo goleador de Jonathan García.

Después llegaron los silbidos, la renuncia de Yorno y el triunfo de Douglas. Un pésimo cierre de año para este plantel.

Fuente Consultada: http://www.rionegro.com.ar

jueves, 9 de diciembre de 2010

Los mejores en Bahia Blanca


Los mejores

Jonathan García
El 5 de Rivadavia cortó y distribuyó juego permanentemente. Se adueñó de la zona media, una de las razones del triunfo visitante. Parejo rendimiento.

Alejandro López
Desarrolló un primer tiempo de muchísima intensidad, en la que le ganó las espaldas a Apud y Borges. De esa manera, convirtió el único tanto y generó unas cuantas maniobras de riesgo.

Dante Zúñiga
Siempre bien ubicado, resolvió con facilidad cada maniobra. Se asoció con los delanteros y también dio una mano en la contención. Puso asistencias punzantes.

Gerardo Cabral
El único que brilló individualmente. Sostuvo a su elenco en partido con notables atajadas y sólo pudo ser vulnerado por un remate corto de Alejandro López.

Lucas Vesco
Se cansó de despejar por arriba y por abajo. Rápido para cruzar a los costados y para anticiparse a Carrillo y compañía cuando el balón merodeó el área.

Christian Draghi
Otro que cumplió una labor sin fisuras en el fondo de Rivadavia. Se entendió a la perfección con Vesco para despejar el balón y anular el desplazamiento de los delanteros adversarios.

Fuente Consultada: http://www.lanueva.com

Primera victoria en Villa Mitre


Villa Mitre agudizó su mal momento en el Argentino A. Ayer se fue duramente reprobado por su público en El Fortín, tras perder 1-0 con Rivadavia de Lincoln.
La escuadra tricolor acumula una rueda sin ganar y continúa en la zona baja de la tabla de posiciones.
Sin embargo, lo más preocupante es su presente futbolístico. Sin una línea de juego clara, el equipo mostró enormes grietas en el fondo, careció de manejo en el medio y, por ende, jamás halló profundidad en ofensiva.
Todo eso aprovechó Rivadavia para conseguir un triunfo inobjetable, que pudo haber sido más amplio de no surgir la enorme figura de Gerardo Cabral.
Los hinchas tricolores no soportaron tanta anemia futbolística y por largos momentos recriminaron al entrenador y a los jugadores. Incluso, al finalizar el pleito, pidieron la renuncia de Sergio Benet y también despidieron al conjunto con el clásico "que se vayan todos, que no quede ni uno solo".
Lo peor del local se vio en el primer tiempo, cuando el elenco albirrojo lo dominó por completo y le generó siete situaciones clarísimas de gol en apenas 10 minutos, de los 23 a los 33, cuando consiguió el desnivel por intermedio de Alejandro López.
Antes de ello, las intervenciones de Cabral demoraron la apertura del marcador, aunque nada pudo hacer cuando Esterlus la cambió de derecha a izquierda para el ingreso solitario de López, quien batió al "1" con un toque corto.
Para el complemento, y con el ingreso de Bilbao, Benet apeló nuevamente a la línea de tres en el fondo, pero sus dirigidos volvieron a fracasar en la concepción de la maniobra ofensiva.
Rivadavia, bien apostado en defensa, obligó al pelotazo frontal y apenas sucumbió con una penetración de Octavio Bilbao por izquierda, aunque el juvenil se demoró al definir y Vesco cerró por enésima vez.
Tampoco el DT pudo cambiar la historia con los cambios de Giamarchi y Rodrigo Sánchez, mientras su elenco se iba exponiendo cada vez más a la contra del visitante.
No obstante, las fallidas definiciones de Salazar, Daniel González y Esterlus lo dejaron con vida para los últimos minutos, aunque las escasas ideas del local y la firmeza de su retaguardia le permitieron cosechar un triunfo en Bahía Blanca.
Sólo quedó tiempo para un epílogo caliente, que derivó en el final anticipado del ciclo de Sergio Benet al frente de la dirección técnica...

Síntesis

Villa Mitre 0

Cabral

Borges
Palacio
Díaz Bender
Domínguez

Apud
R. Martínez
Schumacher
L. López

Berra
Carrillo (c)

DT: S. Benet

Rivadavia 1

Lacerre

M. Fernández
Vesco
Draghi
Macías

Gho
J. García
Zúñiga
E.A. López

Esterlus
Salazar

DT: J.C. Pirez

PT. Gol de A. López (R), a los 33m.

ST. No hubo goles.

CAMBIOS. 45m. Bilbao (5) por Schumacher, 60m. Giamarchi (4) por Borges y 69m. R. Sánchez por L. López, en Villa Mitre; 69m. D. González por Salazar, 82m. Roca por Macías y 84m. Le Pors por A. López, en Rivadavia.
AMONESTADOS. Díaz Bender (52m.), en Villa Mitre; Draghi (39m.) y Macías (71m.), en Rivadavia.

ARBITRO. S. Mastrángelo (muy bien).

CANCHA. Villa Mitre (buena).

Fuente Consultada: http://www.lanueva.com

Rivadavia perdio ante Santamarina sobre el final


El fútbol premió al que mejor jugó. Cuando parecía que la caprichosa no iba a entrar en el arco de Roberto Lacerre, Edgardo Brittes metió la cabeza en el corazón del área chica y a los 38 del complemento hizo justicia en el Complejo Deportivo. Porque desde principio a fin Santamarina fue mucho más que Rivadavia y por eso terminó ganando con total justicia en un resultado mentiroso por lo que hicieron ambos. Sí, la diferencia tendría que haber sido mayor.No hubo equivalencia en el juego.

El equipo de Pirez por primera vez en el torneo fue superado en los 90 minutos de juego, y el fútbol a veces hace justicia y premia al mejor. Porque si el local aguantaba unos minutos más, hubiese conseguido un punto de oro por la forma en que se dio el partido, pero Bucci dibujó un jugadón por la izquierda y le cedió el gol al Nueve. Igual hay que arrancar por el principio, aunque la tarde siempre se vistió de negro y amarillo.

De entrada la visita se presentó mejor. Intentando salir jugando siempre, haciendo rotar el balón, encontrando una referencia para tocar. Y Rivadavia jamás le encontró la vuelta al asunto. Intentó ser más ofensivo con el cambio de dibujo, pasó a García de enganche pero no fue solución.

El equipo pareció sentirse mejor con el 4-4-2 del domingo que con el 4-3-1-2 de ayer. Sobre todo para recuperar. Manzoco -el mejor cuando estuvo físicamente bien- se desgató mucho corriendo a todo el mundo. La contención volvió a fallar y sin recuperación todo se hace más complicado, sobre todo ante un rival que no ataca dividiendo. Porque Santamarina casi nunca utilizó el bochazo largo para salir jugando, algo que sí hizo Rivadavia. Y abusando. Esterlus saltó más de lo que tocó y así el tema se complicó. Visser peleó hasta donde pudo, pero el desconcierto general jugó en contra. El equipo confundió velocidad con apresuramiento y lo pagó caro, sobre todo a la hora de dar un pase. Muchos errores en la entrega y casi nunca hicieron jugadas de gol.

Todo lo contrario sucedió en la visita, que siempre tuvo el libreto bien estudiado y por eso creó al menos ocho situaciones claras de gol. Es más, en le primer tiempo Brittes anotó, pero en posición adelantada. En el complemento Santa se cansó de llegar y los jugadores tandilesnes se comieron tres goles increíbles. La más clara fue la del ex Patronato, que reventó el travesaño. Parecía que el partido quedaba en tablas, pero a ocho del final Brittes metió la cabeza y anotó la victoria.

Rivadavia fue con el poco aire que tenía y casi lo empata González, pero no entró. Santamarina fue más y ganó un partido de seis puntos. Rivadavia fue menos y otra vez mira con preocupación la tabla de abajo.

Rivadavia 0
Lacerre, Le Pors, Draghi, Roca, Fernández, García, Gho, Manzoco, López, Esterlus y Visser. DT: Pirez.

Santamarina 1
Fernández, M. Gogna, Dragojevich, Ocaño, Krüger, Maldonado, Valerio, Bucci, Ortiz, Cuello y Brittes. DT: Gambini.

Gol: ST 38 Brittes (Santamarina)
Suplentes Rivadavia: Recarey, Bisio, Bártoli, Sosa, González, Alfonso y Salazar.
Suplentes Santamarina: Cristian Bucci, Leo Gogna, Brown, Rodríguez, Farías, Adami y Ganaccini.

Fuente Consultada: http://www.lapostadelnoroeste.com.ar

jueves, 2 de diciembre de 2010

Rivadavia le ganó a Brown y lo dejo sin invicto




Mamita, mirá cómo pica ese wing. Mamita, mirá cómo cierran los centrales. Ah, hoy es imposible, hoy no se puede. Pero ese es Ale López, mirá cómo le gana a su marcador. Mirá a Agustín Esterlus, metiendo diagonales y complicando a todos.

Y el Turco García, eje del juego. Ah, Gonzalo Gho y Juan Pablo Manzoco son los dueños del medio. Los defensores pueden contra el tridente Fernández, Giménez y Tévez. Entonces se puede. Sí, se pudo. Rivadavia fue otro, Rivadavia fue pura acción, Rivadavia fue juego y esta vez Rivadavia fue gol.

Más allá de las importantes ausencias, Rivadavia fue Brown, jugó como el súper líder, se repuso de un golazo de 40 metros y a puro juego terminó con el invicto del mejor equipo de la categoría. Rivadavia 4, Brown 1. El Cuco roto, el resumen.
De entrada se respiró buen aire. Pirez paró un 4-4-2 con la idea de tener supremacía en la defensa y disputar 4-4 en el medio. Gho y Manzoco fueron más que Aciar y Ballestero, García se movió muy bien con la diagonal, López fue llegada por izquierda y Esterlus complicó junto a Visser con el vértigo.

Así, el anteúltimo fue más que el súper líder, pero este Rivadavia siempre tiene que sufrir. Cuando el local estaba para el segundo, Brown se puso en ventaja con el zapatazo de Fernández. En su primer tiro al arco, la visita estaba 1 a 0. Podrían haber sido dos, ya que en su segunda llegada La Bada le reventó el pecho a Lacerre luego de un tiro de esquina. Pero en llegadas el local fue, ya que creó seis claras. Dos de ellas merecieron una tremenda atajada de Pereyra. El Negro 1 mantenía en juego al puntero.

La cosa se intensificó en el complemento. Porque Brown se retrasó mucho, armó una doble línea de cuatro y se olvidó de atacar. Entonces, toda la responsabilidad fue roja y blanca. Y no pesó. A pesar de no encontrar los espacios finos, Rivadavia fue y fue, arrinconó a Brown ante Pereyra y al jugar tan cerca del arco de enfrente el gol podía llegar en cualquier momento. Así fue cuando Visser metió un gran tiro de esquina al primer palo, el Ave se elevó, la peinó y se llenó la boca de gol.

Esterlus puso el merecido empate y se armó otro partido. Porque las cosas se intensificaron, Rivadavia siguió ganando en todo el campo de juego y así el segundo estuvo bastante cerca. Hasta que llegó, de penal. Pereyra hizo una estupidez, le pegó a Gho tras un tiro de esquina y el árbitro le mostró la roja además de cobrar la pena máxima. García lo cambió por gol y comienzo de la locura.

Porque Brown ya no tenía para dar vuelta el asunto, porque Rivadavia tenía todo para liquidarlo. Y lo liquidó con un gol de cabeza del carreta González y con una escalada monumental de Esterlus. Ave Fénix, delirio Albirrojo. Rivadavia fue más que el puntero y dejó sin invicto al cuco. Si, el cuco quedó roto en Lincoln. Que empiece otro torneo. Esa es la esperanza.

Fuente Consultada: http://www.lapostadelnoroeste.com.ar